Con el Baccharis BS2016 comien­za un relan­za­mien­to de todos los mode­los que se con­cre­ta­rá a lo lar­go del año. De esta for­ma, Biosánita da el paso defi­ni­ti­vo a la pro­duc­ción en serie y se posi­cio­na como pri­mer fabri­can­te de sani­ta­rios para baño seco en Argentina.

El inodo­ro sepa­ra­dor para cáma­ra bajo nivel Baccharis 2016C cuen­ta con una taza sepa­ra­do­ra que des­vía la ori­na hacia una cone­xión para tube­ría de 3/​4″. Una reji­lla pre­vie­ne la caí­da de mate­rial de cober­tu­ra que pue­da obs­truir el con­duc­to y se pue­de reti­rar fácil­men­te para su lim­pie­za. La par­te pos­te­rior de la taza está dise­ña­da para una caí­da ver­ti­cal sin obs­tácu­los hacia la base, que es abier­ta. El inodo­ro se ins­ta­la sobre una cáma­ra cons­trui­da bajo el piso del baño.

El dise­ño del zóca­lo infe­rior que se inser­ta en el piso sir­ve para un ancla­je fir­me que se refuer­za con tor­ni­llos en los ori­fi­cios late­ra­les. El Baccharis es com­pa­ti­ble con asien­tos y tapas con­ven­cio­na­les. Se tra­ta de un pro­duc­to de uso domés­ti­co y no está dise­ña­do para fun­cio­nar total­men­te sin agua; un lige­ro lava­do des­pués de ori­nar es nece­sa­rio para evi­tar sedi­men­tos. El agua pue­de ser ver­ti­da con un asper­sor o una bote­lla al alcan­ce del usuario.

El inodo­ro está con­fec­cio­na­do en poli­eti­leno de alta den­si­dad, un plás­ti­co robus­to que le con­fie­re un peso de sola­men­te 5 kg. Esto faci­li­ta el man­te­ni­mien­to en baños de doble cáma­ra, don­de perió­di­ca­men­te pue­de repo­si­cio­nar­se y clau­su­rar la aber­tu­ra del depó­si­to que se deja en repo­so. El bajo peso per­mi­te ade­más su envío por empre­sas de enco­mien­da a todo el país a un cos­to ase­qui­ble. El mate­rial tie­ne resis­ten­cia tan­to a la ori­na como a pro­duc­tos de limpieza.

Al momen­to de ele­gir una tec­no­lo­gía de fabri­ca­ción y eva­luar su impac­to ambien­tal se lle­gó a un com­pro­mi­so. Si bien el poli­eti­leno es un deri­va­do del petró­leo, es reci­cla­ble, y ela­bo­rar un inodo­ro plás­ti­co tie­ne una deman­da ener­gé­ti­ca com­pa­ra­ti­va­men­te menor a la de pro­du­cir un inodo­ro cerá­mi­co. Está pre­vis­ta tam­bién la fabri­ca­ción de uni­da­des en mate­rial reciclado.

La res­pues­ta posi­ti­va del públi­co que apos­tó por los mode­los de pro­duc­ción arte­sa­nal comer­cia­li­za­dos des­de 2014 per­mi­tió con­cre­tar la inver­sión que hoy hace posi­ble este hito: el pri­mer mode­lo indus­trial de un inodo­ro sepa­ra­dor regis­tra­do y pro­du­ci­do en el país.